¿Tengo ansiedad social?

Raquel Monroy Pajares • 11 de enero de 2025

La Ansiedad Social: Comprensión y Manejo de un Trastorno Común

Desde Fonodil M.P os damos la bienvenida a este artículo práctico de la importancia de la terapia de psicología enla ansiedad social ten etapa infantil y adulto que altera la vida diaria, anímate! lo conocemos!

La ansiedad social, también conocida como trastorno de ansiedad social (TAS), es un trastorno psicológico que afecta a muchas personas en todo el mundo. Se caracteriza por un miedo intenso y persistente a ser juzgado o evaluado negativamente en situaciones sociales. Quienes padecen este trastorno experimentan un malestar significativo ante la idea de interactuar con otras personas, lo que puede llevar a la evitación de actividades cotidianas, como asistir a reuniones, hablar en público o incluso interactuar en situaciones cotidianas como ir al supermercado.

Este trastorno no debe confundirse con el nerviosismo ocasional que puede ocurrir antes de una presentación o evento importante. En el trastorno de ansiedad social, los temores son tan intensos que interfieren con el bienestar y la vida diaria de la persona.

Características y Síntomas
Las personas con ansiedad social sienten un temor intenso a ser evaluadas negativamente por los demás. Pueden experimentar una variedad de síntomas tanto físicos como emocionales, que incluyen:

Síntomas emocionales:
Miedo al juicio: Preocupación excesiva de ser humillado, rechazado o criticado por los demás.

Vergüenza anticipada: Sentir ansiedad y vergüenza incluso antes de enfrentarse a una situación social.

Baja autoestima: Creencia de que uno no es lo suficientemente bueno o capaz para interactuar adecuadamente con otros.

Preocupación constante: Pensamientos intrusivos sobre lo que los demás piensan de la persona, incluso después de que la situación haya pasado.

Síntomas físicos:
Palpitaciones: Aceleración del ritmo cardíaco al estar en una situación social.

Sudoración excesiva: El sudor puede ser evidente en las manos, rostro u otras partes del cuerpo.

Temblores: Involuntarios movimientos de manos, voz o cuerpo debido a la ansiedad.

Dificultad para hablar: La boca seca, la voz temblorosa o la dificultad para articular palabras pueden ser comunes en situaciones sociales.

Náuseas o mareos: Sensación de malestar físico en situaciones estresantes.

Este trastorno puede ser tan debilitante que la persona afectada evita activamente las interacciones sociales, lo que puede llevar al aislamiento social y, en algunos casos, a la depresión o la baja autoestima.

Causas de la Ansiedad Social
La ansiedad social tiene una serie de causas posibles que pueden ser de naturaleza biológica, psicológica o social. Algunas de las causas más comunes incluyen:

Factores genéticos: Existe una predisposición genética a desarrollar trastornos de ansiedad, incluida la ansiedad social. Las personas con antecedentes familiares de trastornos de ansiedad tienen un mayor riesgo de desarrollar este trastorno.

Desequilibrios químicos en el cerebro: Se ha identificado que los desequilibrios en neurotransmisores como la serotonina pueden contribuir a la ansiedad social. La serotonina juega un papel clave en la regulación del estado de ánimo y el comportamiento social.

Factores psicológicos: Experiencias previas de rechazo, humillación o abuso pueden contribuir al desarrollo de la ansiedad social. Las personas que han vivido situaciones en las que se sintieron ridiculizadas o rechazadas pueden desarrollar miedos intensos hacia las interacciones sociales.

Modelado social: Las personas que crecen en ambientes en los que se enfatizan las expectativas sociales o la perfección, o que son sobreprotegidas por sus padres, pueden desarrollar una mayor tendencia al miedo social.

Diagnóstico
El diagnóstico de la ansiedad social se realiza generalmente a través de una evaluación clínica realizada por un psicólogo o psiquiatra. Para diagnosticar el trastorno, se utilizan criterios específicos que incluyen:

Miedo persistente: El miedo a las situaciones sociales debe durar al menos seis meses.

Evitar situaciones: La persona tiende a evitar situaciones sociales o las enfrenta con un alto nivel de angustia.

Malestar significativo: Los síntomas deben interferir con el funcionamiento diario de la persona, como en su vida laboral, escolar o personal.

El diagnóstico adecuado es fundamental para que la persona reciba el tratamiento adecuado.

Tratamiento
La ansiedad social es un trastorno tratable, y existen varias opciones terapéuticas que han demostrado ser efectivas en la reducción de los síntomas. Los enfoques más comunes incluyen:

1. Terapia cognitivo-conductual (TCC)
La TCC es una de las formas más efectivas de tratamiento para la ansiedad social. Esta terapia se centra en ayudar a la persona a identificar y cambiar los pensamientos y creencias irracionales que alimentan su miedo. A través de la exposición gradual, la persona puede enfrentarse a situaciones sociales temidas de manera controlada, lo que les permite disminuir el miedo a largo plazo. La TCC también enseña habilidades para afrontar la ansiedad, como técnicas de relajación y reestructuración cognitiva.

2. Medicamentos
En algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para controlar los síntomas. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como la fluoxetina o la sertralina, son comúnmente recetados para tratar la ansiedad social. También se pueden utilizar ansiolíticos o benzodiacepinas en casos más graves, aunque estos generalmente se usan de forma temporal debido a su potencial para causar dependencia.

3. Terapias de exposición
La terapia de exposición implica enfrentar gradualmente las situaciones sociales que causan ansiedad. La exposición se hace de manera progresiva, comenzando con situaciones menos desafiantes y aumentando en dificultad a medida que la persona se siente más cómoda. Este enfoque ayuda a la persona a acostumbrarse a las situaciones sociales y reducir la ansiedad asociada.

4. Entrenamiento en habilidades sociales
El entrenamiento en habilidades sociales puede ayudar a las personas con ansiedad social a mejorar su capacidad para interactuar con los demás. Este entrenamiento puede incluir la práctica de habilidades como hacer preguntas, iniciar conversaciones y mantener contacto visual, lo que puede aumentar la confianza en situaciones sociales.

5. Mindfulness y técnicas de relajación
Las prácticas de mindfulness, como la meditación o la respiración profunda, son herramientas útiles para reducir la ansiedad generalizada. Estas técnicas ayudan a la persona a concentrarse en el presente y manejar los pensamientos ansiosos de manera más efectiva.

Impacto y Pronóstico
La ansiedad social puede afectar todos los aspectos de la vida de una persona, desde sus relaciones personales hasta su desempeño académico o profesional. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, muchas personas pueden aprender a manejar y superar los síntomas. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser altamente eficaz, y muchas personas experimentan mejoras significativas en su capacidad para participar en situaciones sociales.

Es importante recordar que la ansiedad social no es algo que se "supone" que se debe superar sin ayuda. Buscar tratamiento es un paso importante hacia la recuperación y mejora de la calidad de vida.

Conclusión
La ansiedad social es un trastorno común pero tratable. Aunque puede ser debilitante, el tratamiento adecuado, que generalmente incluye terapia cognitivo-conductual, medicamentos y técnicas de exposición, puede ayudar a las personas a superar su miedo y vivir de manera más plena. Si tú o alguien que conoces experimenta síntomas de ansiedad social, es crucial buscar ayuda profesional para aprender a manejar el trastorno de manera efectiva y mejorar la calidad de vida.

La consulta con un especialista en el área de psicología sanitaria va a mejorar significativamente esos estados de desajuste emocional, no dude en contactar con Fonodil M.P donde Raquel Monroy realizará en ajuste de ese proceso de inestabilidad. Te recomendamos seguir aprendiendo en los artículos del blog vinculados con este área!
Por Raquel Monroy Pajares 6 de septiembre de 2025
Mantener una conversación en clase puede ser todo un reto para los niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista), porque no siempre saben cuándo hablar, cuánto decir o cómo mantener el interés del otro. Esta mejoría que necesita es muy importante de mejorar y en Fonodil te ayudamos!. Soy Raquel Monroy, hoy conoceremos algunos aspectos de interés: Dificultades más comunes: Hablar solo de su tema de interés sin notar si los demás participan. Dar respuestas muy cortas (“sí / no”) o demasiado largas y detalladas. No saber cómo empezar o terminar una conversación. Interrumpir o quedarse callados sin saber qué decir después. Estrategias prácticas para la escuela: 1. Guiones visuales Un esquema en la mesa o cuaderno con pasos de conversación: Saludo → Pregunta → Escuchar → Responder → Despedida Ejemplo: “Hola, ¿qué haces?” “Juego con los lápices” “Ah, me gusta ese color” “Adiós” 2. Juegos de turnos Practicar con juegos como UNO, dominó o memoria. Cada turno de juego va acompañado de una pequeña frase (“me toca”, “gané”, “tu turno”). Esto refuerza la idea de respetar turnos también al hablar. 3. Preguntas y respuestas guiadas Enseñar preguntas fáciles para iniciar conversación: “¿Qué te gusta?” “¿Qué hiciste ayer?” “¿Quieres jugar conmigo?” Usar tarjetas con pictogramas o dibujos para que el niño elija qué preguntar. 4. Role playing en clase: Hacer dramatizaciones cortas entre compañeros: Ejemplo: uno hace de “nuevo amigo” y el otro practica saludar e invitar a jugar. El maestro modela primero y luego los niños imitan. 5. Intereses como puente Si el niño tiene un interés especial (trenes, dinosaurios, superhéroes), usarlo como tema inicial para enganchar a otros. Luego guiar para ampliar la conversación hacia otros temas. 6. Refuerzo positivo inmediato Felicitar cada vez que el niño logra un turno de conversación, aunque sea breve. Usar frases como: “¡Muy bien, le preguntaste a tu amigo!” Consejos para la maestra y compañeros: Hablar despacio, con frases cortas y claras. Dar tiempo extra para responder. No ridiculizar si responde de manera literal o diferente. Promover grupos pequeños para practicar, mejor que toda la clase junta. Nos vemos en Fonodil!
Por Raquel Monroy Pajares 6 de septiembre de 2025
¿Entender bromas, ironías y dobles sentidos? ¿Pensamos que es sencillo? Hoy en Fonodil veremos que es una de las áreas más difíciles de la pragmática del lenguaje en niños con autismo, porque requiere ir más allá de las palabras y captar el contexto, la intención y las emociones. Soy Raquel Monroy, las conocemos! ¿Por qué cuesta?: Tienden a interpretar de manera literal (“se me cayó la casa encima” → imaginan una casa real). Les cuesta leer señales no verbales (tono de voz, gestos, guiños). La flexibilidad cognitiva y la teoría de la mente (entender que el otro piensa diferente) a veces son limitadas. Estrategias para enseñar bromas y dobles sentidos: 1. Empezar con lo visual Usar chistes gráficos (dibujos donde lo gracioso está en la imagen). Ejemplo: un gato sentado en la computadora porque le dijeron “ratón”. 2. Explicar el doble sentido paso a paso Presentar frases con doble interpretación. Ejemplo: “Está lloviendo gatos y perros” → explicar que significa llueve mucho, no que caen animales. Mostrar imágenes de la versión literal y la figurada para contrastar. 3. Trabajar con rutinas de humor Hacer juegos de palabras simples (“el tomate se sonrojó porque vio la ensalada desnuda”). Explicar por qué es gracioso. Reír juntos para reforzar la idea de “esto es una broma”. 4. Usar pistas sociales Enseñar a fijarse en el tono de voz (más exagerado, alegre). Mirar gestos: sonrisa, guiños, risas de los demás. Decirle: “Si alguien sonríe cuando dice algo raro, quizá es una broma”. 5. Practicar con juegos Juego de tarjetas: unas con frases literales y otras con frases de doble sentido → el niño debe adivinar cuál es broma y cuál no. Teatro en casa: representar situaciones con bromas y comentarlas. 6. Reforzar con intereses Si le gustan los animales, contar chistes o juegos de palabras con animales. Si le gustan los superhéroes, inventar bromas de superhéroes. Nos vemos en Fonodil! Plasencia y terapia on line! Domicilios en el caso que se requiera!
Por Raquel Monroy Pajares 6 de septiembre de 2025
¿Qué será esto de pragmática? ¿Será importante? hoy en Fonodil, lo conocemos! Soy Raquel Monroy y veremos qué es la pragmática y las claves para la mejora. La pragmática del lenguaje es la parte de la comunicación que se encarga de cómo usamos el lenguaje en la vida real: no solo las palabras, sino también el contexto, la intención y las reglas sociales de la conversación. Áreas clave de la pragmática del lenguaje: Uso del lenguaje según la intención: Pedir algo: “quiero agua” Dar información: “mi perro es marrón” Saludar: “hola” Protestar: “no quiero” Adaptarse al contexto Hablar diferente con un maestro que con un amigo: Usar un tono adecuado (no gritar en la biblioteca). Ajustar el nivel de detalle según la situación. Conversación recíproca: Responder a lo que dice el otro. Hacer preguntas de vuelta. Respetar turnos para hablar. Comprensión de lo implícito Entender bromas, ironías o dobles sentidos. Captar pistas no verbales (miradas, gestos, tono de voz). Estrategias para trabajar la pragmática: Historias sociales: muestran qué decir en cada situación. Juego de roles: ensayar saludos, pedir ayuda, hacer cumplidos. Guiones visuales: pasos de una conversación (saludo → pregunta → respuesta → despedida). Conversación guiada: con apoyo de un adulto que modele cómo turnarse. Vídeos o caricaturas: analizar qué hicieron bien o mal los personajes al hablar. Os ayudaremos en este abordaje en Fonodil!
Por Raquel Monroy Pajares 6 de septiembre de 2025
La importancia de las habilidades sociales veremos en Fonodil! En esta ocasión veremos para autismo pero el concepto y guía es internacional, ayuda a todos los niños y niñas. Soy Raquel Monroy, las conocemos! Las habilidades sociales son un conjunto de conductas que ayudan a relacionarnos, comunicarnos y convivir con los demás. En los niños con autismo, suelen necesitarse apoyos extra para aprenderlas, porque no siempre se adquieren de manera natural. Principales habilidades sociales a trabajar en niños con autismo 1. Habilidades básicas de comunicación Hacer contacto visual (aunque breve, sin forzar). Saludar y despedirse. Usar palabras o apoyos visuales para pedir algo. Aprender a decir “no” o “espera” de forma adecuada. 2. Iniciar y mantener interacciones Cómo pedir jugar: “¿puedo jugar?” o usar una tarjeta/pictograma. Responder cuando alguien lo invita (“sí”, “no gracias”). Turnarse en juegos y conversaciones. 3. Reconocer emociones Identificar emociones en uno mismo (triste, enojado, contento). Reconocer expresiones faciales en los demás. Aprender qué hacer en cada caso (ejemplo: si alguien llora, ofrecer ayuda). 4. Habilidades de juego compartido Compartir materiales y juguetes. Participar en juegos por turnos. Respetar reglas simples. 5. Resolución de conflictos Pedir ayuda a un adulto en lugar de reaccionar con enojo. Aprender frases como: “no me gusta”, “quiero un turno”. Practicar cómo negociar (“tú primero, luego yo”). 6. Conversación Hacer preguntas sencillas (“¿qué haces?”, “¿te gusta…?”). Escuchar respuestas y responder. Respetar turnos para hablar. Estrategias para enseñar habilidades sociales Historias sociales: pequeños cuentos con imágenes que muestran cómo actuar en distintas situaciones. Modelado: que un adulto o compañero muestre la conducta deseada. Role playing (juego de roles): ensayar saludos, pedir ayuda, esperar turno. Refuerzos positivos: elogiar y premiar los intentos, no solo el resultado. Grupos de habilidades sociales: espacios guiados por terapeutas para practicar con pares. En Fonodil M.P hacemos sesiones individuales y grupales para estos objetivos, nos vemos!
Por Raquel Monroy Pajares 6 de septiembre de 2025
Preocupado por la sensación de soledad que experimenta tu hijo? Hoy en Fonodil, lo conocemos! Soy Raquel Monroy, allá vamos! Es preocupante que los niños pasen el recreo solos, no porque no quieran tener amigos, sino porque no saben cómo acercarse, el entorno les resulta abrumador o no encuentran actividades que les interesen. Aquí se plantea si el niño tiene dificultades relacionadas con autismo o hay algún desajuste emocional que le está obstaculizando. Vamos a ver algunas estrategias que hacer: Estrategias para favorecer la amistad en el recreo: 1. Preparar el momento antes del recreo, ayudarle con frases que le ayuden a relacionarse. Usar ayuda visual con opciones de juego (fútbol, columpio, escondidas). 2. Apoyo de un adulto en la escuela: Pedir a la maestra o al personal de apoyo que lo ayuden a acercarse a un grupo. 3. Organizar juegos estructurados Establecer reglas en juegos como: Juegos de mesa portátiles (UNO, dominó). Saltar la cuerda o la goma. Carrera de canicas. Construcciones con bloques en un rincón tranquilo. 4. Un “amigo guía” Identificar un compañero empático que lo invite y lo acompañe en el recreo. Esto puede hacerse en turnos con distintos niños para que no dependa solo de uno. 5. Aprovechar sus intereses Si le gusta dibujar, que lleve una libreta para compartir sus dibujos. Si disfruta los dinosaurios, coches o superhéroes, pueden ser un tema de conversación o juego con otros niños. Importante la intervención temprana. Os ayudamos en Fonodil!
Por Raquel Monroy Pajares 6 de septiembre de 2025
Hacer amigos puede ser un desafío para muchos niños con autismo, ya que a menudo encuentran difícil comprender las normas sociales, leer expresiones o iniciar interacciones. Sin embargo, con apoyo y estrategias adecuadas, es totalmente posible que desarrollen amistades significativas, por ello en Fonodil las veremos. Soy Raquel Monroy, conocemos unas recomendaciones prácticas: Para el niño con autismo: Trabajar habilidades sociales poco a poco Practicar turnarse en juegos. Ensayar cómo saludar (“hola”, “¿quieres jugar?”). Usar historietas sociales o juegos de rol para mostrar ejemplos de amistad. Fomentar intereses compartidos: Buscar actividades o juegos que le gusten y en los que otros niños puedan participar (legos, rompecabezas, videojuegos, dibujos). Los intereses especiales pueden ser un puente para conectar con otros. Apoyar la comunicación Si el niño usa lenguaje verbal, practicar frases sencillas. Si utiliza sistemas alternativos (pictogramas, tablet), enseñar cómo usarlos en juegos grupales. Para los compañeros: Educar en la diversidad Explicar de forma sencilla que cada niño es diferente y algunos necesitan más tiempo para comunicarse o jugar. Resaltar las fortalezas del niño con autismo (ejemplo: memoria, creatividad, habilidades técnicas). Modelar interacciones: Los adultos pueden guiar juegos mostrando cómo invitar, compartir y esperar turnos. Dar ejemplo de paciencia y respeto. Promover pequeños grupos Es más fácil comenzar la amistad en grupos reducidos que en situaciones grandes y caóticas. En la escuela o actividades extracurriculares: Crear espacios estructurados de juego cooperativo (ejemplo: juegos de mesa, construir algo juntos). Ofrecer apoyo de un maestro, terapeuta o mediador al inicio de las interacciones. Favorecer la constancia: jugar con los mismos niños regularmente ayuda a consolidar la amistad. Lo más importante es no forzar, sino facilitar oportunidades naturales de interacción, acompañar y reforzar cada avance. Nos vemos en Fonodil!
Por Raquel Monroy Pajares 6 de septiembre de 2025
Se acerca la vuelta al colegio y hoy en Fonodil explicamos una guía de la inquietud que genera la vuelta,la separación de los papás y la angustia en ciertas situaciones y en un niño con TDAH, qué pasará?. Soy Raquel Monroy,hoy nos centraremos en los aspectos indicados,lo conocemos! La ansiedad el primer día de colegio es común en muchos niños, pero en el caso de niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), puede ser especialmente intensa y difícil de manejar. Esto se debe a varios factores relacionados con las características propias del trastorno. ¿Por qué los niños con TDAH pueden sentir más ansiedad el primer día de colegio? 1. Dificultad con los cambios y la transición Muchos niños con TDAH tienen problemas para adaptarse a nuevas rutinas, ambientes y personas. El primer día de colegio representa una transición importante, y eso puede generar angustia. 2. Incertidumbre social El miedo a no encajar, a no hacer amigos o a ser rechazado puede ser muy fuerte, especialmente si ya ha habido experiencias negativas en el pasado. 3. Preocupación por el rendimiento Si el niño ha tenido dificultades académicas o ha recibido críticas por su comportamiento, puede temer no estar a la altura o volver a "fallar". 4. Hipersensibilidad emocional Muchos niños con TDAH son más sensibles emocionalmente, lo que puede intensificar la ansiedad, incluso por pequeños detalles (como no saber dónde sentarse o si el profesor será amable). ¿Cómo se manifiesta esa ansiedad? Llanto o quejas antes de ir a la escuela. Dolores físicos (estómago, cabeza) sin causa médica clara. Irritabilidad o agresividad. Dificultad para dormir la noche anterior. Evitación activa: esconderse, negarse a vestirse o salir de casa. Pensamientos negativos: “No voy a poder”, “Nadie me quiere”, “Voy a portarme mal”. Es importante gestionar la ayuda con la familia y el colegio o instituto. Busca ayuda,lo necesita. Te esperamos en Fonodil.
Por Raquel Monroy Pajares 6 de septiembre de 2025
Hoy en Fonodil vamos a ver una pequeña guía para las familias y el proceso de planificación. Soy Raquel Monroy, lo conocemos! Ayudar a tu hijo a organizarse para el colegio es fundamental y un punto clave de potenciar. Una de las herramientas más eficaces es implementar rutinas visuales, que ofrecen estructura, previsibilidad y reducen la ansiedad y la resistencia. ¿Por qué funcionan las rutinas visuales? Claridad: Les muestra exactamente qué hacer, sin necesidad de repetirlo constantemente. Autonomía: Les permite anticiparse y actuar por sí mismos, sin depender de que alguien los dirija. Reducción de conflictos: Al estar "escrito" o "dibujado", evita discusiones tipo "¡te lo dije mil veces!". ¿Qué es una rutina visual? Es una secuencia de imágenes (con o sin texto) que muestra los pasos que debe seguir el niño en momentos clave del día, por ejemplo: Al levantarse... Antes de ir al colegio... Al regresar a casa... Antes de dormir... Ten en cuenta: Hazla con el niño: Involucrarlo en su creación aumenta el compromiso. Revisa juntos cada día: Al principio, repásenla juntos hasta que se vuelva automática. Sé flexible: Algunas mañanas saldrán perfectas y otras no. El objetivo es avanzar, no la perfección. Refuerza positivamente: “¡Hoy seguiste la rutina sin que te lo recuerde! ¡Bien hecho!” En Fonodil te ayudamos en psicología infantil a mejorar ese proceso y otros a través de la regulación emocional. Os esperamos!
Por Raquel Monroy Pajares 6 de septiembre de 2025
Vamos a ver hoy en Fonodil como mejorar el lenguaje. Soy Raquel Monroy ,lo conocemos!Al inicio del colegio, es clave usar juegos para activar el lenguaje, ya que ayudan a los niños a expresarse, conectar con sus compañeros y recuperar la fluidez comunicativa después de las vacaciones. Estos juegos, también fomentan la atención, la memoria, la escucha activa y la socialización, especialmente en niños con TDAH, TEL, o timidez. ¿Qué deben tener estos juegos? Ser breves y dinámicos. Incluir movimiento o manipulación. Estar centrados en el uso del lenguaje oral, no solo en repetir palabras. Tener baja presión social para que los niños participen sin miedo. Ser divertidos y repetibles. Juegos para activar el lenguaje al inicio del colegio: 1. La caja misteriosa Objetivo: Describir objetos sin verlos. 2. Adivina quién soy Objetivo: Usar frases descriptivas y hacer preguntas. 3. El dado parlante. Objetivo: Estimular la expresión oral y la narración. En un dado grande, pega preguntas o temas: "Mi comida favorita es..." "En vacaciones hice..." "Me da miedo..." "Una vez me pasó que…" El niño lanza el dado y debe contar algo relacionado. 4. Simón dice con acciones y palabras. Objetivo: Escuchar y repetir estructuras verbales. 5. Cadena de palabras. Objetivo: Estimular fluidez verbal. El primer niño dice una palabra (por ejemplo: “gato”). El siguiente dice otra que comience con la última sílaba o letra (“tomate”). También puede hacerse por categorías: frutas, animales, cosas del colegio… 6. Historias locas con dados de imágenes Objetivo: Fomentar la creatividad y la narrativa oral. Usa dados con imágenes (o tarjetas). Lanza 3-4 imágenes y crea una historia que las incluya. 7. Teléfono descompuesto Objetivo: Escuchar y repetir con atención. Se susurra una frase a un niño, que la repite al siguiente, y así hasta el último. El final dice en voz alta lo que escuchó. 8. Preguntas encadenadas. Objetivo: Fomentar el uso del lenguaje interrogativo. Un niño hace una pregunta a otro (“¿Te gusta el helado?”). El otro responde y hace una pregunta diferente a otro compañero. Así se arma una cadena de preguntas y respuestas. Os esperamos en Fonodil!
Por Raquel Monroy Pajares 6 de septiembre de 2025
Esta preocupación suele desconcertar a las familias,por ello hoy en Fonodil vemos qué ocurre? Soy Raquel Monroy,lo conocemos!Este tipo de cambio de hablar menos puede tener muchas causas, y aunque no siempre es señal de un problema, sí vale la pena observarlo y, si es necesario, intervenir de forma amorosa y estratégica. ¿Por qué puede pasar esto? 1. Desconexión de la rutina del lenguaje Durante las vacaciones, los niños a veces pasan más tiempo con pantallas o sin muchas interacciones sociales, lo que puede hacer que su estímulo verbal disminuya. 2. Ansiedad o timidez por el regreso a la escuela El comienzo del curso puede generar ansiedad, miedo a equivocarse, o incluso inseguridad al hablar frente a otros, especialmente si: Cambió de clase o de profesor. Tiene TDAH, TEL, o dificultades sociales. Ha recibido correcciones frecuentes sobre su forma de hablar. 3. Retraso en el desarrollo del lenguaje o regresión leve Algunos niños tienen un desarrollo del lenguaje más lento, y los periodos sin práctica intensiva pueden provocar una regresión temporal, especialmente si ya existían pequeñas dificultades. 4. Falta de motivación para comunicarse Si no encuentra situaciones motivadoras para hablar (juegos, amigos, tiempo de conexión en familia), puede hablar menos simplemente porque no lo necesita tanto. ¿Cuándo preocuparse? Consúltanos en el área de logopedia si: El niño no intenta comunicarse (ni siquiera con gestos o sonidos). Evita hablar incluso en casa, donde se siente seguro. Tiene dificultades para encontrar palabras, construir frases o articular sonidos que antes usaba. Se frustra mucho al intentar hablar. Tiene más de 4 años y su habla es difícil de entender para personas fuera de la familia. Os esperamos en Fonodil! Déjate ayudar!