Conociendo la Dislexia
Raquel Monroy Pajares • 22 de agosto de 2023
Conocemos la dislexia:

Las dificultades de lectura y escritura son de vital importancia en la etapa escolar. Es importante identificar las dificultades que puedan surgir, entre ellas, la de dislexia. La conocemos mejor!
1. ¿Cuál crees que es el mejor abordaje para intervenir en una dislexia? ¿Qué tres puntos dirías que son claves para una evolución favorable?
a. Intervención cognitiva a una edad temprana. Entre los 2 y los 6 años pueden aparecer una serie de indicadores que nos hagan sospechar de una cierta predisposición a la dislexia. Por ejemplo, retraso en el habla, dificultad para identificar letras y sonidos asociados a letras, confusión de palabras de pronunciación similar o ciertas alteraciones en el lenguaje expresivo. La intervención especializada en estas áreas, así como su supervisión y exploración en los años posteriores que nos faciliten llevar a cabo un correcto diagnóstico diferencial, pueden ayudar a una evolución favorable en el caso de que finalmente nos encontremos ante un trastorno específico del aprendizaje con dificultades en la lectura o dislexia.
b. Intervención multidisciplinar. La actuación desde el momento de la detección de profesionales de la educación (profesorado, orientadores/as, especialistas en pedagogía terapéutica y audición y lenguaje), de la medicina, de la psicología y de la logopedia facilitará un abordaje más específico e integral.
c. Atención a la salud emocional. Es importante tener en cuenta todos los aspectos que conforman a la persona, no solamente las capacidades intelectuales. Hay muchísimos estudios que establecen la correlación entre la salud emocional y la actividad y eficacia cognitiva. Por ejemplo, si una persona está triste, apática o frustrada, es bastante probable que presente dificultades para atender y concentrarse, lo cual obstaculizará la ejecución y la práctica continuada de tareas de lecto-escritura. La desmotivación y la pobreza de expectativas también pueden disminuir la implicación, ralentizando e incluso bloqueando la intervención cognitiva que puede llegar a volverse ineficaz, ya que para obtener unos resultados positivos la persona ha de involucrarse activamente en los diferentes tratamientos.
2. ¿Qué recomendarías a una familia a cuyo hijo/a le han detectado dislexia?
De primeras, calma. Tener dislexia no es algo que amenace la supervivencia de la persona ni es un síndrome raro y poco frecuente que ponga en peligro su integridad física. Podríamos decir que la dislexia es un conjunto de dificultades en la lecto-escritura y en algunas capacidades relacionadas - mientras que otras áreas no presentan ningún tipo de alteración - para el que afortunadamente hoy en día contamos con numerosísimos estudios, profesionales con mucha dedicación y cualificación y una gran cantidad de materiales de intervención. No hay nada horrible en la persona, ni nada vergonzoso que haya que negar u ocultar. Es importante tranquilizarnos, no caer en el drama y darle la importancia que tiene. Ni menos, ni más. A partir de ahí, recomendaría una pronta intervención con un equipo de profesionales que, además de trabajar directamente con la persona desde sus diferentes especialidades, puedan asesorar a la familia con pautas o líneas de trabajo que llevar a cabo en el hogar. Este acompañamiento familiar, tutorizado por las personas especialistas de las diversas áreas, ayudará a llevar a cabo una intervención más completa y global, así como más continua en el tiempo.
3. ¿De qué ejercicios partirías de inicio en la intervención?
Con tareas que nos faciliten la actuación sobre la conciencia fonológica: ejercicios de conciencia silábica (identificación de la sílaba que se repite, segmentación silábica, omisión silábica, etc.), conciencia fonémica (sustitución fonémica, ordenación de grafemas, completar con grafemas, etc.) y conciencia léxica (discriminación visual de palabras, ordenación de palabras dentro de una frase, etc.) Tareas que permitan la estimulación del lenguaje espontáneo, la comprensión y expresión escrita, las habilidades matemáticas y el desarrollo motor también son fundamentales para una evolución más favorable. También me parece de especial interés completar la intervención con actividades que permitan desarrollar y estimular la atención y la memoria. Por ejemplo, cuanta mayor sea la capacidad de atención de una persona sobre una tarea de lecto-escritura, mayor va a ser el aprovechamiento y mejor va a ser su desempeño.
4. ¿Cómo abordaríamos la parte emocional, la impotencia y la frustración que puede generar esta dificultad?
En muchos casos… abordando en primer lugar la frustración y la impotencia de las personas adultas. A veces nos encontramos con que las propias figuras cuidadoras niegan la existencia de las dificultades o bloquean los diferentes tratamientos más que colaborar. Sus expectativas, sus exigencias, sus juicios o su propia falta de autoestima y de gestión emocional, influyen negativamente sobre la percepción de la persona con dislexia y generan un clima familiar que dificulta los estados emocionales positivos, tan necesarios para una evolución favorable.
Al hilo de esto, creo importante darnos cuenta de que los diagnósticos facilitan la comunicación entre profesionales y que nos sugieren posibles líneas de intervención, pero en su faceta más restrictiva, pueden llevarnos a perder de vista a la persona y a su individualidad. Es decir, ocurre en muchas ocasiones que se deja de ver a la persona para convertirla en su etiqueta. O se la encaja en un gran compartimiento que lleva por rótulo el nombre del supuesto trastorno y que favorece que se pierdan de vista tanto las necesidades peculiares de cada persona como sus características individuales. Esto puede provocar varias cosas:
Por un lado, este dictamen profesional puede convertirse en un pretexto perfecto bajo el cual puede esconderse la pereza, la irresponsabilidad, la falta de motivación o compromiso, el temor al rechazo, etc. “No puedo hacer eso porque soy disléxica”: Ante la timidez o el miedo al ridículo, pongo la excusa, ni siquiera lo intento y nadie me va a forzar porque tengo un diagnóstico que justifica mi comportamiento.
Por otro lado, el identificarse con el diagnóstico puede llevar a la persona a sentirse víctima - y de esta forma conseguir atención y ganancias secundarias - o diferente y menos que el resto.
De cualquier forma, todo esto puede traer consigo estados emocionales como frustración, enfado, tristeza, culpa, vergüenza, pasividad, bloqueo, indefensión o desesperanza. Es fácil imaginar que si ponemos todo el foco en los déficits, es probable que se impida el desarrollo de una buena autoestima y una saludable percepción de auto-eficacia. Para evitar este tipo de estados emocionales (siempre en la medida de lo posible) es importante que las familias y el equipo de profesionales transmitan seguridad, tranquilidad y normalidad a la persona. Mostrarle que él/ella no es sus déficit, que es mucho más y hacerle la invitación a tomar contacto también con todo aquello en lo que no se presentan dificultades. Reforzar el esfuerzo, la participación y el compromiso también es muy beneficioso para lograr estados emocionales positivos.
Tampoco podemos perder de vista la edad que presentan muchos de los casos detectados. A menudo estamos tratando con niños, niñas y adolescentes. Necesitan poder compartir algo más que las notas y los exámenes, porque otros muchos aspectos de su vida también son cruciales para su desarrollo evolutivo. Que la dislexia se convierta en el eje central de sus días, está provocando que sus dificultades, aquello que les resulta difícil, en lo que no se sienten personas válidas, sobre lo que sienten juicios y exigencias, etc., sea el núcleo de sus vidas. La intervención sobre las capacidades cognitivas es necesaria (por cierto, si es entretenida y atractiva, mejor), por supuesto que sí, pero también lo son los tiempos de descanso, de juego, de diversión y de estar con las amistades y con la familia.
En Plasencia, en la clínica especializada Fonodil M.P trabajamos de forma específico la dislexia. Contacta con nosotros en el 675678602!
Raquel Monroy realiza una entrevista a Carmen León Lopa, psicóloga con la que colabora en los libros de la editorial GEU y con la que ha creado el libro de "La Boca de las Letras" y coordinado el libro de dislexia infantil y adolescente- adulto.

Cómo mejoramos el autocontrol! En Fonodil hoy lo conocemos! Mejorar el autocontrol es un objetivo valioso y muy útil en todas las áreas de la vida: desde la salud mental y física hasta el rendimiento laboral y las relaciones personales. Aquí tienes un enfoque práctico dividido en pasos: 🧠 1. Entiende qué es el autocontrol Es la capacidad de resistir impulsos inmediatos en favor de objetivos a largo plazo. Involucra tanto el control emocional como el comportamiento y la atención. 🛠️ 2. Estrategias prácticas para mejorar el autocontrol 🕵️♂️ Identifica los detonantes Observa cuándo y por qué pierdes el control. Ejemplo: ¿Comes en exceso cuando estás estresado? ¿Reaccionas mal cuando estás cansado? 📓 Lleva un diario de autocontrol Anota momentos en los que perdiste o lograste mantener el autocontrol. Esto te da claridad sobre patrones y progresos. 🧘 Practica técnicas de regulación emocional Respiración profunda (box breathing: 4-4-4-4). Meditación o mindfulness 5–10 minutos al día. Reestructuración cognitiva: cambia el pensamiento automático por otro más útil. 🕰️ Retrasa la gratificación Si sientes un impulso fuerte (comer, gritar, procrastinar), espera 5–10 minutos antes de actuar. Muchas veces, el impulso se debilita o desaparece. 💡 Prepara el entorno Elimina tentaciones. Por ejemplo, si estás intentando comer sano, no compres snacks procesados. Automatiza decisiones para evitar depender de la fuerza de voluntad todo el tiempo. 🎯 Establece metas claras y divididas Usa la técnica SMART (específicas, medibles, alcanzables, relevantes, con tiempo límite). Divide grandes metas en microobjetivos diarios o semanales. 🧪 3. Práctica diaria El autocontrol es como un músculo: se fortalece con el uso constante, pero también se agota si se abusa. Practica a diario en pequeñas cosas: No revisar el móvil en la primera hora del día. Terminar una tarea antes de cambiar a otra. Decir “no” a algo placentero pero innecesario. 📈 4. Apóyate en herramientas Apps de meditación: Headspace, Insight Timer, Balance. Apps de productividad: Forest, Focus To-Do (Pomodoro). Técnicas útiles: Técnica Pomodoro, regla de los 2 minutos, journaling diario. 🌱 5. Sé compasivo contigo mismo No se trata de perfección, sino de progreso. Si fallas, no te castigues: reflexiona, ajusta, y sigue. En el área de psicología de Raquel Monroy te ayudamos!

Hoy en Fonodil hablamos de cómo mejorar la regulación emocional! Lo conocemos! 🧠 1. Reconoce y nombra tus emociones Conciencia emocional: Detente y pregúntate: “¿Qué estoy sintiendo?”. Usar palabras como "enojo", "frustración", "tristeza", "alegría", etc., ayuda a darle forma a la experiencia. 📝 2. Acepta tus emociones sin juzgarlas Evita etiquetar emociones como “buenas” o “malas”. Reconoce que todas las emociones son válidas, aunque algunas sean incómodas. 🧘 3. Respira y regula tu cuerpo Respiración profunda, pausada (inhalar 4 seg – sostener 4 seg – exhalar 6 seg). Técnicas como meditación, relajación muscular progresiva o mindfulness ayudan a calmar la activación física. 🔄 4. Cambia el enfoque (reestructura cognitiva) Pregúntate: “¿Hay otra manera de ver esto?” “¿Estoy interpretando lo peor?” Reformular pensamientos distorsionados ayuda a reducir emociones negativas innecesarias. 📓 5. Usa un diario emocional Escribir lo que sientes y qué lo desencadenó puede ayudarte a ver patrones y descargar tensión. También puedes escribir posibles formas de actuar con más equilibrio. 🎯 6. Regula con intención, no reprimas Reprimir no es lo mismo que regular. Regula para procesar y responder con sabiduría, no para ignorar o evitar sentir. 👥 7. Busca apoyo Hablar con alguien de confianza puede ayudarte a ventilar y reorganizar tus emociones. También puedes considerar la ayuda de un profesional si las emociones se sienten abrumadoras o persistentes. ⚙️ 8. Practica estrategias de autorregulación Algunas útiles incluyen: Escuchar música relajante o animada. Hacer ejercicio. Técnicas de distracción saludable (dibujar, caminar, ordenar). Autoafirmaciones positivas. 🔄 9. Aprende de las emociones Reflexiona: ¿Qué me está enseñando esta emoción? ¿Qué necesidad no está siendo satisfecha? Las emociones ofrecen información valiosa si se las escucha con atención. 🧩 10. Sé paciente: regular no es controlar La regulación emocional es una habilidad que se entrena. No esperes resultados perfectos de inmediato. En el área de psicología de Raquel Monroy te ayudamos! www.logopediaypsicologiaenplasencia.es

Hoy en Fonodil conocemos el aislamiento social! El aislamiento social es una condición en la que una persona tiene poco o ningún contacto significativo con otras personas. Puede ser voluntario o involuntario, y tiene implicaciones importantes para la salud mental, emocional y física. Tipos de aislamiento social Aislamiento objetivo: Falta de relaciones sociales o contacto con otras personas (p. ej., vivir solo, no tener amistades cercanas). Aislamiento percibido: Sensación subjetiva de soledad o desconexión, incluso si hay gente alrededor. Causas comunes Problemas de salud mental (como ansiedad o depresión) Enfermedades físicas o discapacidades Edad avanzada Falta de redes de apoyo Migración o cambio de entorno Uso excesivo de tecnologías que reemplazan el contacto directo Consecuencias Salud mental: Depresión, ansiedad, pensamientos suicidas. Salud física: Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, debilidad inmunológica, deterioro cognitivo. Comportamiento: Aumento del sedentarismo, consumo de sustancias, disminución de habilidades sociales. Señales de aislamiento social Pérdida de interés en actividades sociales Retiro constante de relaciones Evitar llamadas, mensajes o visitas Apatía o tristeza persistente Cómo abordarlo Buscar ayuda profesional de una psicóloga Participar en actividades comunitarias o voluntariado Mantener contacto regular con amigos o familiares Fomentar rutinas saludables (ejercicio, alimentación, descanso) Uso positivo de la tecnología (videollamadas, redes con propósito) En el área de psicología de Raquel Monroy te ayudamos!

Por qué le damos tanta importancia al apoyo familiar con adolescentes o niños? En Fonodil,lo conocemos! El apoyo familiar es clave para fomentar la resiliencia en cada miembro del hogar, especialmente en momentos difíciles. Aquí tienes algunas recomendaciones para fortalecer el apoyo familiar: 🧩 1. Escucha activa y empática Escucha sin interrumpir ni juzgar. Valida las emociones de los demás (“entiendo que te sientas así”). Pregunta con interés genuino: “¿Cómo te sientes? ¿Qué necesitas?” 💬 2. Fomentar la comunicación abierta Crear un ambiente donde cada miembro pueda expresar lo que piensa y siente. Usar un lenguaje claro, respetuoso y sin gritos. Evitar suposiciones: preguntar antes de sacar conclusiones. 💞 3. Mostrar afecto y reconocimiento Dar muestras de cariño (abrazos, palabras de ánimo, pequeños gestos). Reconocer los esfuerzos y logros de cada miembro, por pequeños que sean. Decir frases como: “Estoy orgulloso/a de tí” o “Gracias por lo que haces”. 🛑 4. Establecer rutinas y límites sanos Las rutinas brindan estructura y seguridad. Los límites claros ayudan a mantener el respeto y el bienestar común. Es importante que las reglas se apliquen con coherencia y cariño. 🛠️ 5. Resolver conflictos con respeto Enfocarse en el problema, no en atacar a la persona. Buscar soluciones juntos/as. Evitar guardar rencor; fomentar el perdón. 💡 6. Apoyarse mutuamente en los desafíos Acompañar en momentos de crisis, pero también en los logros. Dividir responsabilidades en el hogar. Estar presente: a veces solo estar ahí ya es un gran apoyo. 🌱 7. Cuidar el bienestar emocional familiar Promover hábitos saludables: descanso, alimentación, ocio y ejercicio. Si es necesario, acudir juntos/as a un profesional (psicólogo/a, terapeuta familiar). Hablar de la importancia de pedir ayuda. En el área de psicología de Raquel Monroy,te ayudaremos!

Conoces la resiliencia? Hoy en Fonodil lo conocemos! La resiliencia es la capacidad que tiene una persona, grupo o sistema para afrontar, superar y adaptarse positivamente a situaciones adversas, traumáticas, difíciles o de mucho estrés —como una pérdida, una enfermedad, un fracaso, una crisis o una tragedia—, saliendo fortalecido o transformado por la experiencia. En psicología: La resiliencia no significa evitar el sufrimiento ni ignorar el dolor. Más bien, implica: Aceptar la realidad de la situación. Encontrar sentido o propósito en medio de la dificultad. Desarrollar estrategias para seguir adelante. Características de una persona resiliente: Flexibilidad mental y emocional. Optimismo realista. Capacidad de mantener relaciones sanas. Autoestima adecuada. Sentido del humor. Habilidades para resolver problemas. Veamos una situación de Fonodil! Imagínate que pierdes tu empleo de forma inesperada puede, tras un periodo de duelo o incertidumbre, usar la situación como una oportunidad para reinventarte, estudiar algo nuevo o emprender. La resiliencia no elimina las dificultades, pero permite enfrentarlas con recursos internos que ayudan a superarlas y a seguir creciendo. Te esperamos en el área de psicología de Raquel Monroy.

En Fonodil, hoy hablamos de la importancia de la comunicación. Nos toca: comunicación asertiva! Lo conocemos! ✅ Beneficios de la comunicación asertiva Mejora de las relaciones interpersonales: Resolución efectiva de conflictos: Fortalecimiento de la autoestima: Reducción del estrés laboral: 🛠️ Técnicas para practicar la asertividad Uso del "yo" en lugar del "tú": Expresión clara y directa: Escucha activa: Manejo de la ansiedad En el área de psicología de Raquel Monroy,os enseñamos el buen uso de la comunicación.

Conozcamos en Fonodil las habilidades sociales!! Habilidades Sociales: El Poder de Saber Relacionarte con los Demás Saber mucho de un tema o tener buenas notas es importante, pero en la vida diaria y en el futuro, hay algo que muchas veces vale tanto como el conocimiento: las habilidades sociales. Estas habilidades no tienen que ver con ser el más popular ni el más gracioso, sino con algo mucho más útil: saber cómo tratar bien a los demás y cómo hacer que te respeten también a ti. ¿Qué son las habilidades sociales? Son el conjunto de comportamientos y formas de comunicarse que usamos para interactuar con otras personas. Incluyen desde decir “hola” con confianza, hasta saber resolver un conflicto sin pelear. Tener buenas habilidades sociales te ayuda a: Hacer amigos con más facilidad. Evitar malentendidos o peleas innecesarias. Trabajar mejor en grupo. Defender tus ideas sin atacar a los demás. Sentirte más seguro en cualquier situación social. ¿Cómo lo hago o mejoro? Te lo cuento! Escuchar activamente No se trata solo de oír, sino de prestar atención de verdad. Mira a la persona, no interrumpas, y demuestra que estás interesado. Saber decir lo que piensas Hablar con claridad, sin miedo ni agresividad. Expresar tus opiniones con respeto es clave. Empatía Ponerte en el lugar del otro. Entender cómo se siente alguien, aunque tú no pienses igual. Resolver conflictos sin pelear Buscar soluciones en vez de culpas. A veces se trata de ceder un poco, otras de saber cuándo alejarte. Saber decir "no" Poner límites es importante. No tienes que hacer cosas solo para agradar a los demás. Lenguaje corporal positivo Tu postura, tus gestos y tu mirada también hablan. Una sonrisa o una actitud relajada puede abrir muchas puertas. ¿Se pueden aprender estas habilidades? ¡Sí! Nadie nace sabiendo cómo hablar en público o cómo calmar una discusión. Todo se puede practicar: Habla más con personas fuera de tu grupo habitual. Observa a gente que se comunica bien y aprende de ellos. Pide retroalimentación: a veces no notamos lo que podríamos mejorar. No tengas miedo de equivocarte. Cada error es una oportunidad para aprender. Conclusión Las habilidades sociales son esenciales para tener relaciones sanas, para destacar en la escuela o el trabajo, y para sentirte bien contigo mismo. No se trata de ser el más extrovertido, sino de aprender a conectar con los demás de forma auténtica y respetuosa. Con práctica, empatía y confianza, puedes convertirte en una persona que no solo se comunica bien, sino que también deja una buena impresión en los demás. En el área de psicología a nivel social, de Raquel Monroy unida con el área de logopedia de la comunicación,te ayudaremos!

Autoestima y adolescentes? Hoy en Fonodil M.P lo conocemos! Autoestima en la Adolescencia: Aprender a Quererte Tal Como Ere s La adolescencia es una etapa de muchos cambios: físicos, emocionales, sociales… y en medio de todo eso, es común que empieces a preguntarte: ¿Quién soy? ¿Soy suficiente? ¿Qué piensan los demás de mí? Ahí entra en juego la autoestima: la forma en que te ves y valoras a ti mismo. Es como una voz interna que te acompaña todos los días, diciéndote si puedes confiar en ti o no. ¿Qué es la autoestima? La autoestima es cómo te sientes contigo mismo. Si tienes una autoestima sana, te aceptas como eres, confías en tus decisiones y no necesitas la aprobación constante de los demás para sentirte bien. Pero si tu autoestima está baja, puedes sentir inseguridad, compararte mucho con otros o ser muy duro contigo mismo. ¿Por qué es importante en la adolescencia ? Porque en esta etapa estás formando tu identidad y aprendiendo a tomar decisiones por ti mismo. Una buena autoestima te ayuda a: Sentirte más seguro para decir lo que piensas. Alejarte de amistades o relaciones tóxicas. Enfrentar los errores sin hundirte en la culpa. Ser tú mismo, sin necesidad de imitar a otros. Cosas que pueden afectar tu autoestima Comentarios negativos (en casa, en la escuela o en redes sociales). Compararte con lo que ves en Instagram, TikTok o YouTube. Fracasar en algo y pensar que eso te define. Sentirte invisible o no escuchado. Cómo mejorar tu autoestima Aquí van algunos consejos prácticos que pueden ayudarte: Háblate bien: La forma en que te hablas a ti mismo importa. No seas tu peor crítico. Rodéate de gente que te respete: Amistades que te valoran te ayudan a sentirte mejor. Haz cosas que te gusten y se te den bien: Eso te recuerda tus talentos. Acepta que no eres perfecto: Nadie lo es, y eso está bien. Pide ayuda si la necesitas: Hablar con alguien de confianza o un psicólogo puede marcar la diferencia. En el área de psicología de Fonodil de Raquel Monroy, te recordamos que: Tener buena autoestima no significa creerte mejor que los demás, sino reconocer tu valor sin depender de lo que otros piensen. Estás en una etapa de descubrimiento, y está bien no tener todo resuelto. Lo importante es seguir creciendo con respeto y amor propio.

Hoy en Fonodil,escribimos un artículo de la autoestima,aspecto clave de la vida. Lo conocemos! La Autoestima: Clave para una Vida Plena La autoestima es la valoración que cada persona tiene de sí misma. No se trata de un sentimiento superficial de superioridad, sino de una percepción interna de dignidad, valía y capacidad. Tener una buena autoestima significa aceptarse, respetarse y confiar en uno mismo, incluso reconociendo errores o debilidades. ¿Por qué es tan importante? Una autoestima saludable influye directamente en casi todos los aspectos de la vida: Relaciones interpersonales: Las personas con buena autoestima tienden a establecer vínculos más sanos y equilibrados. Toma de decisiones: Confían en su criterio y se sienten capaces de asumir riesgos. Resiliencia emocional: Afrontan mejor los fracasos y críticas, sin que estos destruyan su percepción personal. Motivación y rendimiento: Se sienten más motivadas a perseguir metas, porque creen que pueden lograrlas. Factores que influyen en la autoestima La autoestima se forma a lo largo del tiempo y puede verse afectada por: La infancia y la relación con los padres o cuidadores. Las experiencias escolares, sociales y laborales. La comparación constante con otros (especialmente en redes sociales). El diálogo interno: cómo nos hablamos a nosotros mismos. Cómo fortalecer la autoestima Autoconocimiento: Identificar fortalezas y áreas de mejora sin juicio. Autocuidado: Dormir bien, comer sano, hacer ejercicio y descansar. Autoaceptación: Apreciar quién eres, con tus virtudes y defectos. Establecer límites: Aprender a decir “no” sin culpa. Evitar la comparación: Cada persona tiene su propio ritmo y camino. Buscar apoyo: La terapia psicológica puede ser muy útil cuando la autoestima está muy baja. Conclusión La autoestima no es un estado fijo: puede mejorar con trabajo y conciencia. Cultivarla es una inversión personal que repercute positivamente en todos los ámbitos de la vida. Creer en uno mismo no es vanidad, es una necesidad fundamental para vivir con plenitud y autenticidad. En Fonodil en el área de psicología de Raquel Monroy,te lo contamos!

Lamentablemente hoy en Fonodil te acompañamos si tienes pensamientos suicida o estás pasando por una situación difícil y estás teniendo ideas de lucha por levantarte cada día. Lo conocemos! El suicidio es el acto de quitarse voluntariamente la vida. Es un fenómeno complejo que suele estar relacionado con una combinación de factores emocionales, psicológicos, sociales y, en algunos casos, físicos o médicos. 🔍 ¿Qué lleva al suicidio? El suicidio no tiene una única causa. Algunas de las razones más comunes incluyen: Depresión y otros trastornos mentales, como trastorno bipolar, esquizofrenia o ansiedad severa. Crisis personales, como la pérdida de un ser querido, rupturas, desempleo o problemas financieros. Aislamiento social o soledad profunda. Consumo de sustancias (alcohol o drogas). Trauma o abuso (físico, emocional o sexual). Trastornos crónicos o dolor físico severo. ⚠️ Señales de advertencia Algunas personas pueden mostrar signos de que están pensando en el suicidio. Entre ellos: Hablar de querer morir o quitarse la vida. Aislarse de los demás. Cambios bruscos de comportamiento o ánimo. Sentimientos intensos de desesperanza o culpa. Poner en orden sus asuntos o despedirse de forma inusual. 🧠 Importancia de la salud mental El suicidio es muchas veces el resultado de un sufrimiento emocional intenso, pero con el apoyo adecuado, la gran mayoría de las personas pueden superar esos momentos. La prevención es posible. Hablar sobre el suicidio no lo provoca, al contrario: abrir el diálogo puede salvar vidas. 🌱 Alternativas y apoyo Hay tratamientos efectivos y redes de apoyo que pueden ayudar, como: Terapia psicológica o psiquiátrica. Medicación, si es necesario. Apoyo familiar y social. Líneas telefónicas de prevención del suicidio. En el área de psicología de Raquel Monroy , te ayudamos!